sábado, 17 de junio de 2017

Desiertas playas paradisíacas



Ciertamente Benín goza de unas playas maravillosas. En los cien kilómetros de litoral que tiene el país se suceden impresionantes extensiones de arena dorada bañadas por aguas de un azul intenso, unos parajes llamativos, unas playas de ensueño, vírgenes, con una naturaleza exuberante que, sorprendentemente, están siempre desérticas. Llama la atención que nunca haya gente en estos rincones idílicos. Los benineses no están en las playas, algo que en principio puede resultar sorprendente, aunque en el fondo no lo sea tanto.

En primer lugar hay que tener en cuenta que los benineses no van a la playa porque no quieren tomar el sol. Siendo negros, por naturaleza están ya suficientemente morenos. Tampoco van a la playa porque rehuyen el calor, las temperaturas son muy altas y buscan refugio en la sombra. Otra razón no menos importante es que las playas son peligrosas, el Atlántico bate aquí con mucha fuerza y hay mucha resaca. Asimismo, hay que tener en cuenta que, aunque no todos, la inmensa mayoría de los benineses no sabe nadar. Todo un abanico de razones poderosas que justifican esas paradisíacas playas vacías.

1 comentario:

  1. Me gusta, me gusta el artículo, me gusta la playa desierta y, como no, me gusta la imagen del cuerpo desnudo del negro caminando hacia el mar. Sugerente, refrescante y ... Uhmmm! 😋

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